En este momento estás viendo La importancia del precio del gasoil en el transporte por carretera

La importancia del precio del gasoil en el transporte por carretera

Como consecuencia de la invasión de Rusia en Ucrania, los precios de la energía están totalmente disparados. El combustible, bate récord tras récord. Muchas empresas de nuestro sector esperaban su deseada recuperación tras los estragos causados por la pandemia, pero… El panorama se ha complicado hasta unos límites impensables.



Quiénes son los más afectados


Nadie es ajeno a la situación actual y todos, en mayor o menor grado, se encuentran afectados. 

Desde los transportistas de mercancías de largo recorrido, las empresas de autobuses, las aerolíneas, las empresas de paquetería, los taxistas…



La rentabilidad es ahora muy escasa



Desde el inicio de la pandemia el pasado marzo de 2020, el sector del transporte ya ha visto mermadas de una forma considerable sus cuentas de resultados. 

Dado que el gasóleo llega a suponer, en muchas ocasiones, hasta una tercera parte de los gastos operativos de la actividad, este desbocado incremento supone un nuevo severo golpe. 

No hay que olvidarse de que, además, muchas empresas han acumulado deuda durante esta pandemia.

Son constantes las voces que se levantan en el sector, pidiendo medidas urgentes al Gobierno para paliar la situación. Nuestros vecinos portugueses son uno de los primeros que han dado ejemplo en este sentido.



No solo se trata del gasóleo



El combustible más utilizado, con mucha diferencia, en el sector del transporte por carretera es el gasóleo. Pero, no hay que olvidarse también del Adblue, cuyos precios también han aumentado.

Muchas empresas de la flota española habían invertido anteriormente en tecnologías ligadas al GNC (Gas Natural Comprimido) y al GNL (Gas Natural Licuado). Ahora ven como en el último año se ha llegado a duplicar también el coste de sus repostajes. Es decir, se ha producido un efecto contrario al previsto inicialmente. Se esperaban con su inversión no solo utilizar un recurso menos contaminante, sino también, un recurso más barato frente al tradicional gasoil.


Los pequeños y grandes; y, el transporte especializado: distintas situaciones frente al mismo problema



Las empresas pequeñas tienen más dificultades a la hora de renegociar y trasladar su incremento de precio a las tarifas pactadas con sus clientes. En cambio, los gigantes del sector, como por ejemplo, los dedicados a transportes internacionales, reconocen que tienen más facilidad para trasladar -aunque sea al menos una parte- el mayor coste del diésel.

En el caso de los camiones de frío, como disponen del sistema de refrigeración, consumen ya de por sí aún más carburante. Así que, frente a otro tipo de transporte con camiones, se ven mayormente afectados dado que el combustible se ha convertido en muchos casos en su principal partida de costes.

Respecto a los profesionales relacionados con el comercio electrónico, debido al auge que han experimentado durante la pandemia, estos reconocen que tienen más facilidad para repercutir en sus tarifas el encarecimiento del combustible. Es decir, por ahora, están capeando la situación y padeciendo un menor impacto.




La legislación vigente y el precio del combustible



Desde Bruselas, por parte de la Unión Europea, ya se posibilita a sus países miembros el regular los precios de la energía en situación excepcional y hacer lo que consideren más idóneo para apoyar a sus empresas durante la presente crisis.

En España, el decreto ley que regula el transporte de mercancías por carretera indica que la subida debe trasladarse a las tarifas que cobran las empresas. Este Real Decreto-ley 3/2022, de 1 de marzo, de medidas para la mejora de la sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera y del funcionamiento de la cadena logística, fija una revisión obligatoria y automática del precio del transporte cuando sube el gasoil. Existe una fórmula para aplicar esta compensación. Pero, a la práctica, a veces no sucede así. El motivo es claro, a la hora de la verdad suelen imperar las leyes de la oferta y la demanda en los acuerdos entre el cargador y su transportista.



Algunas medidas demandadas por el sector


Como muchos otros sectores, el del transporte por carretera, reclama y confía en una rápida actuación del Gobierno español. 

Es patente que la situación es insostenible y se reclama legítimamente medidas de alivio.

La Asociación del Transporte Internacional por Carretera, ASTIC, propone actuaciones en cuanto a:

  • Gasoil profesional: Este se liquida trimestralmente, su propuesta es pasar a liquidarlo mensualmente.
  • Seguridad Social: Solicitud de menores cotizaciones como otra forma de conseguir mayor liquidez para las empresas.
  • Contratos con cargadores: Propuesta de traslado de la subida para actualizar los costes.

Son propuestas excepcionales, pero se considera que la situación requiere de dichas medidas y otras más -con aplicación inmediata-, en un sector que es importante para la economía española.



Huelga: amenaza constante


El sector del transporte es estratégico y, ante un panorama de estas características, no duda en hacerse valer.

Aunque algunas protestas no estén abanderadas por las principales patronales ni los sindicatos actualmente, no quita que el descontento y la cruda realidad económica animen a la realización de convocatorias con más o menos impacto. 

Un ejemplo reciente, la convocatoria de paro indefinido impulsada por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional. Esta aglutina a los transportistas que llevan mercancías (camioneros y conductores de furgonetas principalmente).

Esta convocatoria concreta y probablemente, otras venideras, pretenden dar visibilidad a la problemática y lograr la adopción de medidas paliativas rápidas y coherentes con la situación.

En la memoria colectiva todavía está presente la pasada huelga del 2008 donde el gremio paró por espacio de una semana para protestar también por la subida de su carburante.


Deja una respuesta